LA SEXUALIDAD, EL PLACER Y LA VIDA INTIMA NO SON UN LUJO, ES SALUD
sexualidad tras el cáncer
Bienvenida a este espacio.
Tú y yo sabemos que cáncer no termina cuando acaba el tratamiento. Sus efectos —físicos, emocionales y relacionales— pueden seguir presentes, especialmente en algo tan personal como la sexualidad y la vida en pareja.
No solo cambios físicos, sino también en el deseo, la excitación, la conexión con la pareja, y en definitiva el placer. Muchas mujeres sienten que su vida íntima se transforma tras un diagnóstico. Y que tras el cáncer recuperar la vida de pareja se hace cuesta arriba.
En Ginesex, atendemos con el convencimiento, que el cáncer es un huracán en la vida de cualquier persona, sus familiares, seres queridos y su pareja. Sabemos que es un reto volver a recuperar la calidad de vida. Y la sexualidad y la vida en pareja no es otra cosa que calidad de vida.
Tu salud sexual y tus relaciones merecen atención. También, y especialmente, después del cáncer.
Atender a la sexualidad femenina requiere un acercamiento respetuoso con la salud, la sexualidad, la mujer y las relaciones de pareja. A la vez que una sensibilidad a la repercusión del cáncer en la vida íntima, el cuerpo y las relaciones.
Nuestro equipo está listo para ayudarte a recuperar tu bienestar sexual con un enfoque práctico y profesional.
¿Por qué es importante atender tu sexualidad tras el cáncer?
La sexualidad no es un extra, es una parte esencial de la vida y de la calidad de vida, especialmente para quienes han superado el cáncer.
Los tratamientos como la quimioterapia, la radioterapia o las cirugías pueden alterar tu cuerpo, la respuesta sexual y la forma de vivir la intimidad.
Atender tu salud sexual tiene un impacto directo en cómo te sientes contigo misma, tu placer y en tu relación con los demás.
Estudios muestran que hasta el 50% de las sobrevivientes enfrentan dificultades sexuales a largo plazo, desde sequedad vaginal hasta pérdida de libido o problemas de pareja. Sin embargo, muchas no lo hablan por vergüenza o porque creen que «ya pasó lo peor». El placer sexual, atender a las dudas sobre sexualidad y poder disfrutar de una sexualidad placentera es un derecho según la OMS.
• Cambios físicos que persisten: La radioterapia o la hormonoterapia pueden dejar secuelas como sequedad vaginal, dolor en las relaciones o menor elasticidad en los tejidos. Esto supone menor placer y dificultad para el orgasmo. Para muchas, esto dura meses o incluso años, pero hay soluciones: desde lubricantes, hidratantes, hasta terapias específicas que devuelven el confort. Así como consejo específico para la sexualidad en esta situación
• El deseo no siempre vuelve solo: La fatiga, los cambios hormonales o el impacto psicológico del cáncer pueden reducir la libido. No es algo que «se pasa con el tiempo» sin atención; es un aspecto que merece cuidado para que el placer vuelva a tu vida.
• La pareja también cuenta: Las sobrevivientes a largo plazo a veces notan que la dinámica con su pareja ha cambiado. La intimidad puede resentirse si no se habla o se trabaja en equipo. Trabajar en la relación de pareja tras el cáncer puede volver a poner los pilares de una nueva etapa en pareja.

